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INSERCIÓN DE ESCULTURA URBANA EN EL ESPACIO PUBLICO

EL PAPEL DE LA ESCULTURA URBANA

La Escultura Urbana como generadora de Identidad y Cohesión Social


Hoy día, en distintas latitudes de Latinoamérica, se hace urgente la implementación de mecanismos ideológicos, políticos, sociales, económicos, éticos y estéticos, encaminados hacia una reconstrucción de la identidad de un pueblo, factor esencial en la preservación de la paz y facilitador de una convivencia social mas armónica. Desde los aspectos estéticos de las artes, que vienen a colación en esta reflexión, la escultura urbana juega un papel preponderante en la transmisión de estos símbolos identatarios como cohesionadores sociales.


La escultura en sí, ha frecuentado todo tipo de espacios para su ubicación en distintos momentos históricos., espacios privados y públicos, abiertos y cerrados. Pese a ello, uno de los ámbitos preferidos de este arte, al menos uno de los que con mayor frecuencia le ha hecho ir mas allá de su faceta meramente ornamental y por tanto, cobrar mayor trascendencia, ha sido su inserción en el espacio público exterior, donde ha ejercido su función de monumento.


La mayoría de los monumentos que nos ha legado el transcurso del tiempo, denotan una clara vocación grandilocuente y signos de vanagloria de momentos históricos específicos. A partir de la Revolución Industrial y con la transformación que los nuevos tiempos exigieron, se hizo necesaria una renovación de estilos, técnicas y materiales en la labor escultórica, comenzando a brotar nuevas expresiones.


No obstante, con el auge de los museos modernos, si la escultura deseaba penetrar en el público debía hacerse primordialmente portátil, su introducción en estos espacios expositivos se realizó a cambio de un evidente abandono del espacio público y ello significó el distanciamiento con la realidad social, convirtiendo a la labor escultórica en mercancía portátil y coleccionable en buena parte del siglo XX.


En los años 70s del siglo anterior, escultores como Claes Oldenburg vienen a demoler tanto el concepto tradicional de monumento, como la pieza de museo coleccionable y no solo en sus aspectos formales, sino también y principalmente, en su carga ideológica, en este caso, en los vulgares objetos de consumo que Oldenburg utilizó como referentes escultóricos y que lejos de ser ingenuas y divertidas formas insertadas en el espacio publico, representaron una fuerte crítica al sistema de consumo de su época.


Claes Oldenburg, "Paintbrush", 50 pies de altura, Academia de Bellas Artes de Pennsylvania. 2011.

Desde entonces, Oldenburg insertó este tipo de escultura en numerosas ciudades del mundo y los habitantes las recibieron complacientes y con admiración por su escala monumental. Estas esculturas evolucionaron y hoy día han perdido su sentido incisivo y crítico inicial, pero han ganado en amabilidad y belleza debido a la respuesta del usuario del espacio público. Son monumentos hermosos y fáciles de digerir, sin complejidades interpretativas, significados ocultos, dobles lecturas o representación de viejos personajes.


Los ciudadanos que habitan los mismos espacios que estos monumentos, denotan el sentirse a gusto con ellos al percibir sus colores intensos y brillantes y sus actitudes entorno a estas piezas han generado en el espacio urbano una convivencia mas amable y armónica., el transeúnte se reconoce en lo representado y lo siente como suyo. Como algo que mostrar al visitante y de qué sentirse orgulloso.


El desarrollo de la escultura urbana contemporánea en Latinoamérica ha transcurrido desfasado en tiempos con respecto a los procesos históricos Europeos y Norteamericanos., por lo tanto, tenemos cierto rezago en la respuesta acerca del retorno de la escultura urbana y su nuevo papel en el espacio público de nuestras actuales ciudades, pese a provenir de un gran legado prehispánico en donde las concepciones urbanísticas, escultóricas y arquitectónicas en un sentido monumental y la convivencia social al aire libre, estaban dadas.


Si en Latinoamérica aplicáramos en nuestros propios contextos las experiencias obtenidas en otras latitudes, considerando los elementos estéticos que coadyuven en el imaginario público propio, quizá tendríamos uno de los mecanismos encaminados hacia la generación de modos de convivencia mas pacíficos y armónicos, propiciando una mayor cohesión social, aspecto deseable en nuestros pueblos latinos tan ávidos de la incorporación de estructuras que hagan mas amable la vida cotidiana y que faciliten el día a día y la interacción social.

 
Ivette Ceja, "Aguacalístico", Museo de Arte Contemporáneo, MACAZ; Morelia, Mich. México. 2016
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